martes, 24 de marzo de 2015

Capítulo 40

Estados Unidos, Nueva York 6 de Diciembre de 1964

Narra Louise

- ¡Hola! – dije tímidamente
- ¿Louise? ¿Qué haces aquí?
- ¿Esa es tu forma de recibirme? –reí nerviosa
Negó – N-no es que realmente estoy muy sorprendido. ¿Qué haces aquí? – repitió
- Dejé Londres atrás por ciertas razones y decidí venir hasta aquí.
- ¿Y qué es lo que te hizo llegar a tocar mi puerta?
- Pues, los alquileres son muy caros. –reí- Y cómo eres la única persona que conozco en este continente quería saber si… ¿Puedo alojarme contigo, Adam?
- Menos mal que no venias por un rollo para tu cámara porque hace un instante se me acaban. –Bromeó – Claro, Louise. Será un placer. ¿Estás bien?
- Sí, estoy un poco mareada, eso es todo. Ha de ser por el viaje
- Ven, pasa y toma asiento
- Espero que no sea una molestia que este aquí siendo un apartamento tan pequeño – dije mirando su hogar mientras me sentaba en el sofá
- Tranquila, nos acostumbraremos. Y… cuéntame ¿Qué paso con tu trabajo? ¿Tu familia? ¿Tu novio?… Tienes novio, ¿Verdad?
- Lo deje todo atrás, ya te lo dije. Me seguiré comunicando con mi familia y sí, tengo novio.
- ¿Y por qué no viniste con él?
- Pasaron cosas. Ya no quiero contar la historia porque sinceramente me ha hartado.
- De acuerdo
- Ahora, tú dime… ¿Sigue en pie la oferta en la empresa de tu jefe?
- ¡Por supuesto!

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York, 8 de Diciembre de 1964

Mamá:
                El 6 de Diciembre por la tarde llegué a América.

                Comencé a buscar un departamento en donde quedarme pero rentaban muy caras las habitaciones para una sola persona. Así que le pregunté a Adam, un amigo americano fotógrafo, si existía la posibilidad de vivir con él hasta que consiga mi propio hogar. Además, ya obtuve trabajo en un estudio de fotografía que trabaja en muchas revistas. Mi primer trabajo será para ‘Town & Country’

                ¿Cómo se encuentran ustedes? Yo muy bien, creo que te lo he dejado en claro. A veces, me pregunto cómo estará Paul…
               
                Nos estamos escribiendo…

                Con cariño, Louise

.              .              .

Inglaterra, Londres 12 de Diciembre de 1964

Narra Ringo

- Como saben, es un placer volver a trabajar con ustedes en este proyecto que iniciará en febrero. Y ahora todo será distinto porque la cuestión será a color… - dijo Richard Lester
- ¿Distinto en qué sentido? – pregunté
- Verán, podemos aprovechar la ventaja de agregar objetos o paisajes llamativos
- Entonces, siguiendo ese criterio ¿Podemos grabar en Las Bahamas? – dijo Lennon entusiasmado
- Si así lo desean
- ¡¿De verdad?! – exclamó George muy sorprendido a lo que Lester asintió complacido
- También podríamos filmar una escena en los Alpes Suizos… - dijo Paul pensativo – Creo que quedaría groovy
- ¡Excelente idea McCartney!
- Y la película podría tener una trama que trate sobre la maldición de un anillo – dije risueño
- Ya Ringo, deja de fumar drogas.
- Lo digo en serio



 .             .              .

Narra Pattie

- Es increíble que nunca nos pongamos de acuerdo para salir todas juntas – dijo ella mientras le hacía señas a la camarera para que se acercara a nuestra mesa
- Cynthia cuida de Julian, cuando él crezca un poco más podrá venir más seguido. Y Louise…
- ¡Ay Louise! No dejo de pensar en el tema de Louise-Paul ¡Es terrible! Son una gran pareja
- Así es, son el uno para el otro. Pero si alguna estúpida como Jane se entrometiera y me haría la vida imposible junto a George, me iría igual que Lou.
- Si… Pero yo habría dicho hacia donde me marchaba
- Eso es lo más raro. Pobre Paul
- Disculpen la demora señoritas. ¿Cuál es su orden?
- A mí me gustaría una malteada – dije señalando la carta
- Yo simplemente quiero una Coca-Cola – afirmó Mo arreglando con su mano izquierda su gran flequillo
- En un instante les traigo sus bebidas.
- A decir verdad, la extraño – continuo
- Si, yo igual. Pero estoy segura de que tarde o temprano volverá. –Suspiré- Bueno… Ahora hablemos de lo que a realmente hemos venido
- ¡Ah, cierto! Se me había olvidado por completo
- ¿Y? – pregunté intrigada, curiosa mientras tomaba un sorbo de mi malteada recién servida
- No se me ocurre nada. Tú tienes las ideas, muéstrame lo que tienes
Sonreí triunfante - ¡Estaba esperando a que lo dijeras! Mira este – Saqué de mi bolso un papel que tenía dibujado el boceto de un vestido - ¿Qué te parece? Es de mis mejores diseñadores
Hice una mueca – Creo que solo será por civil y estaba pensando algo más tranquilo
- Ah, ya veo ¿Cómo un blazer y una falda tubo?
- No es mala idea
- Entonces mira este – tomé otro papel de mi cartera – Sencillo y elegante
- ¡Me encanta! – dijo Maureen contenta
- ¿Y cuándo será el gran día?
- Aun no lo sabemos… Además los chicos están con el tema de la película y el álbum al mismo tiempo. Así que… no lo se
- Bueno, realmente no importa. Sea cual sea el día, será inolvidable
- Te lo aseguro. ¿Y qué tal tú y George?
- Bastante bien. Muy bien diría yo. Él es inigualable… - dije apoyando mi cara entre mis manos - ¿Crees que algún día él se me declare como Ringo a ti? – dije esperanzada
- Si, un día lo hará. Cuando menos te lo esperes, él estará a tus pies sosteniendo un bello anillo
Sonreí – Es lo único que quiero…



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Inglaterra, Liverpool 12 de Diciembre de 1964

Querida hija:

                               ¡Linda Louise! ¿En qué te has metido? Paul mandó una carta a casa para saber sobre ti. Te extraña montones y aun no pasa una semana de que te marchaste. ¿Realmente crees que él merece todo esto? Él no tiene la culpa de nada… ¡Está desesperado por saber dónde y cómo te encuentras! Hazme un favor, envíale una carta… Sé que no quieres decirle donde estás porque crees que Paul irá a por ti, pero si le dejas en claro que no quieres que haga eso, yo creo que lo entenderá. Conozco ese chico desde que es un bebé y estoy segura que si haces lo que te digo cambiará esa angustia que carga por una gran sonrisa.

                               Me alegra que estés bien y que ya hayas conseguido trabajo. Saluda de mi parte a ese tal Adam. Tu padre y yo estamos bien, contentos de recibir buenas noticias tuyas.

                               Espero que no se corte la comunicación

                               Te ama y te extraña, tu madre

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Inglaterra, Londres 13 de Diciembre de 1964

11.45 a.m.

Narra Paul

Día a día trataba de superar que no tenía cerca de mí la sonrisa de Lulu. La mejor forma para no estar triste era hacer lo que más me gustaba o fumar marihuana. Opte por hacer lo que más me gusta… componer música.

‘Why she had to go? I don’t know, she wouldn’t say. I said something wrong, now I long for yesterday’ escribía esas palabras con tanto sentimiento en un papel mientras la melodía que las acompañaba resonaba una y otra vez en mi cabeza.  ‘Oh, yo creo en el ayer’ dije para mí mismo mientras recordaba viejos tiempos en Liverpool junto a Louise con la esperanza de que todo volviera a la normalidad algún día. Suspiré angustiado cuando alguien tocó la puerta de mi habitación.



- ¿Paul? Has estado aquí toda la mañana. ¿Estás bien? – se oyó una voz del otro lado de la puerta
- Estoy bien, solo componía. Ven, pasa
- ¡Qué bueno que das señales de vida, hermano! Déjame ver – tomó con cuidado el papel alejando y acercándolo de su vista, pues su miopía era de las peores – Todos mis problemas parecían lejanos bla bla bla No soy ni la mitad del hombre que era antes bla bla bla… - decía mientras leía cada línea – En fin, es buena. Algo melosa, pero es muy tú – rió
- Necesitaba descargarme un poco.
- Sera parte del próximo álbum. ¿Ya tienes la melodía?
- Es una balada
- Será una gran balada. – Hizo un ‘okey’ con los dedos – Ven, salgamos a respirar un poco de aire
- Está bien. – me levanté de mi asiento y salí de mi habitación
- ¿Cómo se te ocurrió la letra?
- Pensaba en Louise
- ¿Y la melodía?
- ¿Es creíble si te digo que la soñé? – dije levantando una ceja
- ¿De verdad? –Asentí- Pues, es normal que tú sueñes música, no es la primera vez que te pasa. Es como si yo soñara con Brigitte Bardot ¡Muy creíble!
- Ya cállate Lennon. Eres un pervertido
- Negativo. Soy un soñador
- Pero no eres el único…
- ¡Wow! Que gran frase

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Estados Unidos, Arizona 13 de Diciembre de 1964

Narra Adam

- No pensé que el viaje fuera tan largo – dijo Louise acomodando un mechón rubio detrás de su oreja derecha
- Pensaste mal –reí – Te sienta bien ese color – señale su blusa color verde manzana opaco
- No me gusta pero gracias… ¿Comenzamos?
Coloqué un cigarrillo entre mis labios, lo encendí, inhale para luego exhalar una gran humareda hacia Louise – Manos a la obra – contesté finalmente
- Aguarda - apuntó con su cámara hacia mí - ¡Sonríe!



‘Town & Country’, una exitosa revista mensual, nos había contratado para sacar fotos de hasta la última planta del Gran Cañón. Un hermoso lugar, sin antes colocarte un poco de protector solar en toda la piel. Junto a mi nueva compañera, Louise, entre risas y bromas tomamos 150 fotos en menos de una hora y todavía faltaban capturar algunos que otros detalles. Que puedo decir, formábamos un gran equipo.

- ¿Todo en orden allá arriba? – le pregunté a Louise que se encontraba sobre unas rocas prominentes mientras que sostenía delicadamente la cámara frente a sus ojos
- Sí, un poco acalorada
- Solo pregunto porque te veo un poco pálida
- ¿Pálida? El sol está radiante, no te creo que sea cierto.
- Es verdad. Hemos tomado demasiadas fotos. Si te sientes mal podemos regresar
- ¡Que te digo que estoy bien! – exclamó histérica
- Muy bien, en ese caso, sigamos… -miré hacia otra dirección cuando escuche que un peso muerto se desplomó en el piso - ¿Louise? ¡Oh, cielos!


///

Después de mi primera semana de clases… ¡Hola!

Primero que nada quería decir que (al igual que el fic de Vicky) ‘Hold me tight’ también cumplió su primer año en Blogger. ¡Increíble! Para ser exacta, estoy acá escribiendo desde el 16 de Marzo de 2014… Y sinceramente esperaba menos de este fic, pensé que nadie me leería y que esto les parecería PA TÉ TI CO… Y me alegra tanto el saber que no fue así y que puedo dar fe de que por lo menos una persona me lee. ¡Gracias por todo este hermoso año de comentarios, lectoras lindas!

Bueno, quería revelarles quien fue en el que me inspiré para el personaje de Adam. Como muchas de mis autoras lo están haciendo en sus historias, decidí unírmeles a esto…

Adam Blackley, el chico rebelde americano de los años 60 y gran fotógrafo está inspirado en nadie más y nadie menos que… *redobles*

¡Bruce Springsteen!

 Un beso enorme y como siempre ¡Gracias por leer y comentar!

Las quiero mucho


P.D Con respecto a la pregunta que hizo Salma en mi entrada anterior… Voy a estudiar Arquitectura :D La razón es que desde pequeña he amado dibujar y las matemáticas (lo sé muy nerd ese comentario, pero es la verdad)  

martes, 10 de marzo de 2015

Capítulo 39

Inglaterra, Londres 6 de Diciembre de 1964

Narra John

8 a.m.

- ¿Y Brian? – le pregunté al flacucho que se encontraba en la puerta de los estudios fumando un cigarrillo
- Adentro no está, aún no llega
- Solo él puede llamarnos para decirnos que nos encontremos aquí para comunicarnos algo de ‘suma importancia’ y llegar tarde ¿Los demás?
- Adentro. Paul no está bien
- ¿Qué le pasa?
- Será mejor que entres y lo averigües tú mismo
Reviré los ojos e ingresé por la puerta - ¡Buenos días! – Miré al baterista que tomaba un café y en la otra esquina observé a Paul con unas terribles ojeras - ¿Pasaste una mala noche McCartney?
Negó – Estoy bien
- ¿Estás seguro? – dije con una boba sonrisa en mi rostro
- Lennon, deja de molestarlo
- Es que realmente no lo veo bien. Hablando de molestar ¿Dónde está Louise? – Sentí como la mirada de Paul me fulminaba lentamente - ¿Qué dije?
- Disculpen la tardanza muchachos. Había mucho tránsito – dijo Brian entrando junto con George
- Que mentiroso eres. Yo vengo de Kenwood y no había un solo auto. Admite que te quedaste dormido, cerdo
- Jamás me ha pasado, tuve una mala noche. – Se ruborizó – Disculpen – repitió
- No fuiste el único. Parece que Paul también la tuvo – señalé al ojeroso
- Oh, no. Lo de él, es otro tema. La situación era incómoda para ella, me puse en su lugar y yo hubiese hecho lo mismo. Lamento que se haya marchado Paul.
- ¿Hasta el cerdo está enterado? ¿Quién se murió y no me lo quieren decir?
- Nuestra querida fotógrafa se ha ido – continuó Brian
- ¡¿Louise murió?! – volví a preguntar sorprendido y muy muy confundido
- ¡No idiota! – el cara de bebé finalmente habló – Se hartó de Jane. Se cansó de la farsa. Ella sufría y yo no lo notaba…
- ¿A dónde se fue? –pregunte
- Me encantaría saberlo
- Escuchen – dijo Brian antes de que Paul iniciara un melodrama – comenzaremos a grabar un nuevo disco en febrero
- Algo ya nos habías comentado – interrumpió George
- Aún no termino… También filmaremos otra película
- ¿De verdad? – dijo Ringo con la mirada iluminada
- Así es. Y esta vez será a color
- ¡Genial! – dijo Paul no muy convencido
- Vamos amigo, tienes que sonreír
- Lo intento – dijo desanimado


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Inglaterra, Liverpool 6 de Diciembre de 1964

Narra Louise

9 a.m.

Mamá y papá me acompañaron hacia al aeropuerto. Cargaba con poco equipaje, solo dos maletas, una mochila y mi infaltable cámara colgando de mi cuello.

‘Anunciamos que el vuelo 7041 de Pan Am despegará en 30 minutos’

- No dejes de mandarnos cartas. Avisa si te arrepientes y quieres volver…
- Mamá tengo todo bajo control
- Lo sé Lulu. No alargues mucho tu estancia
- A ustedes vendré a visitarlos, tranquila.
- Ten. Quiero que te lleves esto
- ¿Qué es?
- Una caja de objetos que he ido juntando sobre ti durante estos 21 años. Básicamente, una caja de recuerdos
- ¡Wow, qué detalle! – dije mientras intentaba abrir la caja con una sola mano
- ¡Pero no la abras aún! – La miré extrañada – La abrirás cuando extrañes todo esto: Liverpool, a tus padres, a… Paul – asentí con un nudo en la garganta y los ojos húmedos
- Dame un abrazo, hermosa – dijo papá y lo abracé dulcemente – ¿Por qué haces esto?
- Ya no quiero sufrir
- ¿Realmente lo amas?
Segura, asentí – Mucho, papá. En un algún momento regresaré junto a él
- Doy fe en ello. Pero, aún queda un problema
Arrugué mi frente - ¿Y cuál es?
- Lo mucho que te echaré de menos. – Sonrió y besó mi frente – Sé feliz Lulu
- Los amo. – abracé a ambos muy fuerte

Tomé asiento en la butaca que me había tocado en el avión, justo al lado de la ventanilla. Esto era totalmente diferente a otros viajes que había hecho con The Beatles. Estaba viajando sola y aún no sabía cuándo regresaría. Dejaba todo lo que importaba y que parecía indispensable en mi vida atrás, del otro lado del océano Atlántico. Comenzaría una nueva vida y eso me asustaba pero a la vez me intrigaba.

Me sentía la peor persona cuando comencé a pensar en cómo Paul estaría pasando esta situación. Fui muy cruel al no decirle a donde iría. Aunque pensándolo bien, en ese momento realmente no lo sabía. Algunas lágrimas corrieron por mi rostro, ya lo extrañaba mucho.

En la mitad del camino comenzaron las malditas turbulencias. Comencé a sentirme muy mareada y descompuesta. En otro viaje nunca me había pasado esto. Tuve que recurrir a las bolsas que vienen en los aviones para este tipo de accidentes. Y cuando digo ‘este tipo de accidentes’ me refiero a tener nauseas. Así es, estaba vomitando. Era el momento más vergonzoso de toda mi vida, y para colmo era la única en ese estado en el viaje.


Estados Unidos, Nueva York, Aeropuerto John F. Kennedy

Finalmente, toque el suelo con los pies de nuevo a las 6.30 p.m. del mismo día. Recorría la hermosa ciudad de Nueva York en busca de un departamento económico. Lo cierto es que en esa zona no rentaban muy barato las habitaciones para una sola persona. Algo que jamás entenderé.

Ahora estaba en Manhattan, dándole un par de vueltas a un Central Park totalmente nevado.



- ¿Puede dejarme aquí? – pregunté al taxista que me había hecho el favor de pasearme por toda la ciudad
- Claro que sí, señorita

Luego de pagarle al taxista me dirigí hacia una puerta con la esperanza de que allí pudiera hospedarme por lo menos unos días hasta que encontrara mi propio departamento. La golpeé suavemente dos veces.

- ¡Hola! - dije tímidamente
- ¿Louise? ¿Qué haces aquí?

.              .              .

Londres, Inglaterra 7 de Diciembre de 1964

Querida Lulu:
                               Estoy casi seguro de que te encuentras aquí en Liverpool. No te pido que regreses porque sé que no lo harás. Han pasado dos días de que te marchaste y aún sigo mal. George, John y Ringo han tratado de animarme pero es imposible.

                               Espero que esta agonía termine pronto. Siento algo en el pecho horrible, aunque me dijiste que yo no tenía la culpa de nada me siento el más desgraciado en esto.

                               Solo quiero que me confirmes si estás en Liverpool e iré a visitarte.                       
Te ama, Paul

.              .              .

Liverpool, Inglaterra 8 de Diciembre de 1964

Querido Paulie:
                               Lamento decirte que Louise hace dos días exactos subió a un avión para irse lejos de aquí. No eres el único dolido, creo que yo estoy igual que ti.
               
                               Tú no fuiste el culpable de esto. Creo que conoces el suficiente tiempo a mi hija como para saber que cuando algo comienza a molestarla, ella decide huir o alejarse lo más que puede. Lo ha hecho desde pequeña. Siempre le dije que enfrentara sus miedos pero creo que la señorita Jane rompió los límites.

                               No estés triste Paul, ella regresará. Mientras tanto, tienes que escribir hermosas canciones y sacar a las corridas a Jane lo más rápido posible.           

Eleanor

.              .              .

Londres, Inglaterra 8 de Diciembre de 1964

Estimada Sra. Darlington:

                                               ¿Usted sería tan amable de decirme a dónde ha ido a parar Louise?
                                                              
                                                                                              Paul



///


¡Subo demasiado pronto! Esto es lo que se llama 'No tener absolutamente nada para hacer'. Después cuando finalmente empiece las clases no se quejen cuando me desaparezca unos meses como el año pasado... Mentira, es chiste. ¿Cómo han estado? Espero que genial

¿Vieron cuando les viene un atacazo artístico ?) ? ¿Cuando les dan ganas de continuar el dramático capítulo anterior? Bueno, eso me paso hoy. Aunque viendolo a simple vista lo veo demasiado corto... pero algo es algo.

Sal, yo he leído 'El club de los corazones solitarios' y te aseguro que no es ese ¿Todavia no lo lees?

Gracias por leer, y nos vemos en el próximo cap. ¡Las adoro!

P.D Cuando John piensa que Louise murió lo hice a propósito, por el comentario de Salma en la otra entrada jajajaja

P.D A partir de ahora, en algunos capitulos siempre habrá alguna que otra carta y la contestación a continuación. Sucede que en enero me leí el libro 'Donde termina el arcoiris' el cual narra la historia por cartas. Y me re copó la idea... así que quizás lo implemente al fic :)

lunes, 9 de marzo de 2015

Capítulo 38

Inglaterra, Londres 5 de Diciembre de 1964

7.25 a.m.

Narra Louise

Bajaba agobiada del tren, dándole un mordisco a una manzana que mamá me había obsequiado antes de marcharme del viejo Liverpool. Caminaba sin prisa en busca de un taxi para llegar a casa. Había decidido no avisarle a Paul cuando llegaría porque supuse que anoche debieron haber estado de fiesta hasta hace un par de horas.

Le sonreí amablemente al taxista mientras le pagaba el viaje. Caminé tranquila hasta la entrada, giré sigilosamente la llave en la cerradura y entre haciendo puntas de pie para hacer el mínimo ruido. ‘¡Vaya, sí que habían festejado!’ exclamé para mis adentros observando mi alrededor con una mueca de desagrado. La casa era un gran desastre, igualmente deje mi maleta junto al sofá para después subirla. Con cuidado, comencé a subir las escaleras y me dirigí al fondo del pasillo donde se encontraba mi habitación. Me desplomé en mi colchón. El silencio que reinaba en esos momentos era glorioso, y aquí muy rara vez se podía disfrutar de esto.

Sentí bajo mi espalda algo que interrumpía mi momento de paz. Metí mi mano por debajo de mi espalda para que cierto objeto dejara de molestar y además descubrir de qué se trataba. Me encontré con un pedazo de papel, totalmente arrugado y con una letra desastrosa, como que la persona que la escribió hubiese estado exaltadamente apurada.

¿Qué hacía esto en mi habitación? Me pregunté. Por un momento pensé que se trataba de una composición de los muchachos. Pero ese pensamiento desapareció cuando, curiosa, comencé a leerlo.

Hola querida:
                               Comienzo diciéndote que ayer no te tendrías que haber marchado de Londres. Si tu hubieses estado aquí podrías haber evitado lo que paso justamente en esta habitación entre Jane y yo. Si, así es, tu novio y la colorada que claro está, odias. Se sentía tan apasionada aquella situación, fue mucho mejor que hacerlo contigo, créeme.
                              
                               Ahora, discúlpame si la próxima vez que nos besemos o algo por estilo te llame por equivocación ‘Jane’.
                                                              
                                                                              Con mucho cariño, Paul.

‘Además de zorra, patética’ pensé. Esa no era la letra de Paul. Conozco su letra desde que aprendí a deletrear el abecedario. Aun así me molestaba, la sangre me hervía a cien grados. Entré furiosa, e increíblemente sin ningún ruido, a la habitación de Paul. Sin que le dijera nada, él abrió sus ojos tristes lentamente.

- Lulu, llegaste – dijo somnoliento y bostezando
- Eso parece – dije sin mirarlo ni sonreírle
- ¿Ocurre algo? - Acerqué el horrible papel hacia su cara. Él lo tomó y frotándose los ojos comenzó a leer.
- ¡Esto no fue lo que sucedió! – dijo frunciendo el ceño
Sentada a los pies de la cama, secando algunas lágrimas que habían brotado, abrí mis ojos como platos – Entonces, ¿Algo sucedió?
- Sí – asintió cabizbajo – Te lo iba a decir. Pero esta no era la manera en la que lo había planeado.
Había secado lágrimas en vano porque al escuchar esto volvieron a brotar - ¡Habla Paul! – dije histéricamente
- Pues, John y yo bebimos bastante y luego fumamos porros hasta perder la cordura. Después, el miope me dejo solo y fui atacado, casi abusado por Jane. Sin contenerme la besé. Ella me provocaba y luego ella abuso de mí, literalmente.
Lo escuchaba boquiabierta y con los ojos hinchados - ¿Y no hiciste nada?
- No sabía dónde estaba parado. No podía abrir los ojos, estaba como sedado. Comprende estaba ebrio y drogado.
- Esto fue la gota que rebalsó el vaso. – dije poniendo de pie
- No quiere perderte Louise por tal estupidez de una psicópata. ¿A qué te refieres con ‘la gota que rebalsó el vaso’? – dijo tomando asiento en su cama
- ¿No entiendes? ¡Qué hasta aquí llegué!
- ¿Qué harás? – dijo asustado
- No lo sé. – dije rompiendo en llanto y él se acercó y me abrazó
- Calma Louise
- ¿Calmarme Paul? Es algo que no puedo hacer desde que ella apareció. Y ¿Sabes algo? Esto es mi culpa
- No digas esas cosas, Lulu.
- Lo digo. Lo digo porque es la verdad. Si esa noche nos hubiésemos presentado como novios y yo no hubiese aparecido con mi cuento de ‘no quiero colgarme de tu fama’; todo este sufrimiento que estoy viviendo nunca hubiese existido
- Cariño. Ella se marchara pronto, te lo aseguro
- Eso no lo dudo. ¿Pero mientras que? Realmente no sabemos cuál puede ser la próxima que hará. Imagina que te convence de que la dejes embarazada para obtener más fama. Eso prefiero que me lo cuentes antes de verlo con mis propios ojos – las lágrimas empapaban el hombro de Paul
- ¿Estás diciendo que te marcharás?
- No veo mejor solución
- ¿Alejarnos? – dijo soltándome para mirarme a los ojos
- Quiero darme un respiro. Con esta mujer en nuestras vidas, me enfermaré emocionalmente si es que ya no lo estoy
- Hay mil formas de solucionar esto
Negué – No, Paul. Ya no quiero verla. No quiero verte con ella
- ¿Ya no quieres verme? – dijo Paul con la voz quebrada
- Con ella. – repetí. – Contigo no es mi problema, James. Quiero ser feliz junto a ti, pero en esta situación no se puede.
- ¿Por cuánto tiempo te quieres ir?
- No lo sé.
- Nos hemos separado solo cuando nuestras respectivas familias se tomaban vacaciones y cuando me fui hacia Hamburgo por primera vez. Hemos crecido juntos. Hemos hecho absolutamente todo juntos. No voy a lograr soportar tiempo sin a ti. ¿Ya te olvidaste del ‘Siempre juntos’? – dijo llorando y casi sin respirar.
- Por supuesto que no me he olvidado. – lo abracé – Paul, te amo. Siempre estaremos juntos pero… ¡Ya no lo soporto! ¡Estoy completamente harta! – dije en un grito ahogado que seguramente despertó a los demás en la casa.
- ¿Qué pasará con nuestro sueño de recorrer el mundo gracias a mi talento? – Dijo tomando mi mano
- En ese momento no planeamos que una loca arruinaría el sueño. Fueron ilusiones que si nada de esto hubiese pasado se hubiesen hecho realidad…
- ¿Qué pasará con nosotros?
- Si me amas y yo te amo, seguirá pasando. Más allá de la distancia. Tú continúa tu carrera, yo veré si por fin puedo triunfar con la mía. – bajamos las escaleras mientras Paul me tiraba hacia él y nos besábamos melancólicamente
- ¡No puedes irte! –exclamó mientras presionaba sus labios contra los míos – No puedes dejarme aquí, cariño.
- Podríamos escaparnos ambos de la realidad. Pero está la banda y lo que te apasiona
- Tú me apasionas Louise. ¡No te vayas!
- Lo lamento Paul – dije secándome las lágrimas, agarrando mi maleta que dejé junto al sofá – Ya lo estoy haciendo
- Te lo ruego, Lulu – solté la maleta y lo besé tan dulce saboreando el gusto salado de sus lágrimas, las cuales comenzamos a secarnos entre los dos
- Déjame ir Paul. Ya no quiero sufrir
- No me sueltes, abrázame fuerte – dijo tristemente recordándome ‘Hold me tight’ - ¿A dónde irás?
- No lo sé. Escaparé a dónde sea
- Te acompañaré a la estación de trenes para despedirme
Negué – Quédate aquí. Será menos doloroso, recuerda que odio las despedidas
Asintió sin despegar la vista de mí - Te escribiré y si puedo te llamaré – apoyó sus labios junto a los míos
- Sé feliz – dije saliendo por la puerta
- Sin ti será imposible – pronunció, juntando apenas la puerta - ¿Regresarás? – chilló
Asentí – Cuando ella finalmente se marche.

Narra Paul

Al cerrar la puerta comencé a patear brutalmente todo lo que tenía delante de mí. No me importaba si algo de valor se rompía. Mi corazón estaba roto, acababa de ver como se marchaba el amor de mi vida. No tenía idea a donde, ni por cuánto tiempo se marcharía. Solo sabía eso, ella se había ido.
Jalaba mi cabello por la angustia que cargaba en ese momento. Ella me había dejado en claro que yo no tenía la culpa de su adiós, aún así me sentía culpable. El peor culpable. Golpeaba las paredes con disputa mientras los nudillos raspados comenzaban a lastimarse más y más hasta que la sangre se apoderaba de ellos poco a poco. Nada me importaba hasta que una voz me detuvo
- ¡Paul! ¿Qué rayos haces?
- ¡Ringo! – exclamé con el rostro totalmente empapado y corrí a abrazarlo
- Si, amigo. Soy yo. – Me respondió el abrazo - ¿Estás drogado a estas horas? ¡Te estás lastimando!
Negué – Ya estoy lastimado. Ella, ella se marchó. Se fue
- ¿Quién?
- Louise, Ringo. ¡Louise!
- ¿Ya regresó de Liverpool?
Asentí – Y se volvió a ir. A no sé dónde y no sé por cuanto tiempo
- ¿Por qué se fue?
- Por la infeliz de Jane.
- ¡Rayos, hermano! – Me abrazó más fuerte – Regresará
- Lo sé

.              .              .

12.15 p.m.

Me abrazó mientras lloraba sin consuelo - ¿Louise? ¿Te olvidaste algo? ¿Algo ocurrió en el tren? ¡Habla hija! – la hice entrar a la casa
- Me escapé de Londres
- ¿Qué?
- ¿Recuerdas la historia de Jane? – dijo dándole un sorbo al té que acaba de prepararle
- Si, mi niña. ¿Ahora qué hizo? ¡Gregory tenemos visitas!
- Escribió una carta fingiendo ser Paul y obliga a este a hacer cosas que yo… Yo ya no soporto – dije llorando
- ¿Por qué llora mi bebé? – dijo Greg entrando a la cocina y dándole un beso en su cabeza
- Hiciste bien de volver aquí - dije
- No planeo quedarme mucho tiempo aquí. No quiero molestarlos
- ¡Lulu! Eres mi única hija. Jamás serás una molestia y siempre serás bienvenida
- Eso no lo dudo. Pero quiero alejarme de todo
- ¿Qué pasará con Paul?
- Nos escribiremos, prometimos seguir amándonos más allá de la distancia. En algún momento regresaré.
- ¿A dónde irás, cariño? – preguntó su padre
- No lo sé
- Tengo unos colegas en Dublín, puedes ir hacia allá
Hice un gesto de disgusto, pues conocía a esos ‘colegas’ y eran insoportables – O puedes ir a Francia con mi prima Emilie, aunque sé que solo la viste cuando tenías 10 años. Pero es una buena opción
- Eleanor, recuerda que debe ir hacia un lugar donde puedas continuar su carrera
- Paris es un gran lugar
- Al igual que Dublín – volví a arrugar mi nariz
- ¡Lo tengo!
- ¿A dónde irás?
- Estados Unidos – dije finalmente
- Oh no, no. Por unos días acepto que te vayas al otro lado del océano. Pero, ¿Por tiempo indeterminado?
- Quiero alejarme lo suficiente, mamá
- Si puedes soportar el ritmo de otro continente, entonces ve. Eleanor, ella regresará
- No es un ritmo muy diferente – dije pensativa.
- ¿Cuándo te iras de aquí?
- ¿Les molesta si ahora mismo?
- ¿No prefieres esperar a mañana por la mañana?
- De acuerdo. Y por favor, no le digan a nadie sobre mi paradero. Quiero desaparecer del mapa
- ¿Ni siquiera a Paul?

- Ni siquiera a Paul.




///


¡Hola princesas! ¿Como las trata el colegio? Claro, las que empezaron. A mi muy bien, por suerte. Resulta que tuve que ir solamente el día jueves para solo tener tener 3 módulos (módulo = 40 minutos) de Matemática con un señor realmente intimidante ¿Pueden creer que nos dió una fotocopia para resolver? ¿Quién da tarea el primer día de clases? La respuesta es obvia: Un señor intimidante. Además, se siente extremedamente raro, triste y a la vez genial ser de 5to, ser los más grandes del colegio :(

Como mi colegio depende de la Universidad Nacional de Cuyo, no es del gobierno y tampoco es privada,  tienen que realizar paros por separado. Y el viernes comenzaron las paritarias... Asi que al colegio vuelvo el jueves, si es que consiguen el aumento de sueldo. Tuve una semana más de vacaciones que los demás colegios, estoy contentisima :D 

¡Feliz día mujeres!

Miren esto...

¿Alguna de ustedes podría decirme el nombre del libro que contiene esa frase?

Me dieron ganas de leerlo con tan solo ver ese: "...Como Lucy, John está en el cielo con diamantes"

Les comento que arreglé los primeros capítulos de la fic porque estaban escritos como si fuera una obra de teatro, lo cual no es cierto y lo reemplacé por una bonita línea de diálogo. Además, los configuré agregándole texto justificado por que Lucy tenía razón al decir que da placer leerlo en ese formato.

En fin, nos vemos en el próximo cap. Y ¡Suban urgente!


Las quiero a montones <3 <3 <3

P.D La tal '__retrofan__' que las siguió en Instagram soy yo. Tal vez ya lo habían sospechado o tal vez no jajaja

lunes, 2 de marzo de 2015

Capítulo 37

Inglaterra, Londres 3 de Diciembre de 1964

- ¡Teléfono! Louise, es para ti
- Ahora atiendo George, gracias.



Tome el tubo del teléfono y lo acerque a mi rostro – Diga
- Hola Lulu, soy tu madre
- Mamá, ¡Que alegría que llames! ¿Cómo están las cosas por casa?
- Muy bien, todo en orden cariño. ¿Tú cómo te encuentras?
- Bien. Fue una semana muy estresante, pero Paul y los demás saben cómo manejar este tipo de situaciones – sonreí
- Me alegro hija. Escucha, ¿Puedes hacerme el favor de venir mañana a ayudarme con el cumpleaños de tu padre? Claro, si estas desocupada. Son sus 60, me gustaría hacerle algo sorpresa… Y parte de la sorpresa seria tu presencia ¿Qué dices?
- Claro que me encantaría ir, debo pedir permiso a Brian. Aunque creo que mañana estoy desocupada., justo hoy terminamos el último trabajo para el próximo álbum. Así que… ¡Estás de suerte Eleanor!
- ¡Que contenta estoy! Gregory se pondrá muy feliz. Te lo agradezco mi niña
- Hago lo que sea por ustedes dos mamá. Ahora, debo colgar
- Está bien. Nos hablamos mañana Louise, te amo.
- Yo también mamá. Nos vemos – colgué el teléfono

Fui hasta la cocina donde se encontraban los muchachos, Cyn y el pequeño Julian, Mo y Brian que se servía un té.

- ¡Al fin! ¿Por qué parloteabas tanto? – me dijo John con una sonrisa en su rostro
- Fue una conversación corta
- Eso no fue lo que escuchamos, fueron unos 10 minutos – reviré los ojos
- ¿Con quién hablabas cariño?
- Era mamá – Paul asintió
- Escuchen – todos dirigimos nuestras miradas hacia Brian – como saben mañana se publica, finalmente, ‘Beatles for Sale’ - todos dimos un pequeño salto de alegría – más allá de los percances que tuvimos con las fotografías… Todo salió como lo esperábamos. Y yo creo, que es algo digno de celebrar – dijo levantando su taza de té sonriendo de costado
- ¿Oyeron? – dijo Ringo
- ¿Eso salió de la boca del cerdo?
- ¡John! – Cynthia lo regaño
- Digan si o no antes de que me retracte
- Si, pero claro que si – dijo George
- ¿Dónde y cuándo seria? – preguntó Paul
- Pues pensaba que aquí mismo. Con pocas personas, solo lo más allegados, sus novias, el personal del estudio y quizás otras personas. Seria mañana
- Ups
- ¿Qué sucede Louise?
- Me temo que no voy a estar en el festejo
- ¿Por qué? – preguntó Paul, encarnando una ceja
- Iré a Liverpool. Mi madre quiere que esté con ella para el cumpleaños de mi padre – dije mientras me recogía el cabello
- Es una lástima que no estés. A Brian se le ocurre hacer este tipo de cosas muy rara vez
- Prometo organizar otra luego, Louise. Palabra de manager – sonreí por las palabras de Brian

.              .              .

Inglaterra, Londres 4 de Diciembre de 1964

7 a.m.

Narra Paul

- Gracias por acompañarme hasta aquí James
- ¿Segura que no quieres que viaje contigo? – tomé su mano con la mía
Negó – Sera un agradable día con mis padres. Seguramente recordaremos viejos tiempos y a la noche comeremos pastel de cumpleaños hecho por mamá Eleanor. Estarás mejor en la celebración del álbum – me miró a los ojos
- Me gusta recordar los viejos tiempos y más si se tratan sobre mi vecina de la Forthlin Road. Además, el festejo de Brian será aburrido si tú no estás
Reviró los ojos – Paul con los chicos la pasarás de perlas. Enserio, no es necesario que me acompañes… Estaré bien y – fue interrumpida

“El tren con destino a Liverpool abordará en 5 minutos 24 segundos”

- Prométeme que tú también lo estarás – prosiguió
- Claro que si, Louise. Saluda a Jim por mí y dile a Mike que no sea tan vago – reímos
- Lo haré. Te cuidas y pórtate bien – me abrazó y yo la acerque más hacia mi tomándola por su cintura
- Regresa lo más pronto posible. Me muero si te alejas demasiado. Te amo – besé sus labios dulcemente
- Ay y yo a ti McCursi – entregué mi boleto y subí al tren

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Narra George

- ¿Qué se supone que son estos?
- ¿Qué cosa?
- Los papeles sobre la mesa, Pat.
- Bocetos – dijo desinteresada
- ¿Bocetos? Disculpa, yo hablo idioma guitarrista. No soy del planeta ‘Modelaje’
Rió – Bocetos, dibujos, diseños. ¿Alguna duda?
- Si, todavía tengo una. ¿Tú los dibujaste?
- No, me los diseñan. Yo solo los muestro en las pasarelas
- ¿Y qué tal si yo te diseño algo?
Lo miro extrañada – Esta bien. Mientras no tenga que modelar un vestido con forma de guitarra – rió
- Además de ser primera guitarra, soy un gran artista.
- Lo dudo mucho



Paul ingresó por la puerta - ¿Hay alguien más en la casa? – dijo acostándose en el sofá
- John está en Kenwood y Ringo salió hace una hora con Mo. Así que solo nosotros – McCartney asintió
- ¿Ustedes que hacen?
- Estoy a punto de transformarme en diseñador
- ¿Diseñador? Esa profesión no te queda. Que tal ¿Maquina de comer sándwiches?
- ¿Sabes Paul? La profesión de humorista tampoco te queda – este frunció el ceño

.              .              .

Narra Mo

- ¡Me encanta Londres por la mañana! Siempre que salimos es de noche
- Lo sé, es que esta ocasión es diferente – dijo él
- ¿Diferente? ¿Por qué?
- No lo sé. Lo presiento. ¿Quieres desayunar?
- De acuerdo. – Nos dirigimos hacia una cafetería donde siempre había querido entrar. Se decía que allí vendían los mejores croissants de la historia de los croissants.

Luego de terminar el desayuno, que sin duda alguna, era el mejor desayuno que había tomado en mi vida, Ringo me llevó hacia el Hide Park.

- Richard, ¿Qué hacemos aquí? – dije extrañada
- Vinimos a disfrutar del paisaje ¿No te encanta?
Hice una mueca – Pensé que podíamos ir a ver tiendas para comprarme una blusa para esta noche ¿Podemos ir?
- Ir de compras… ¿Así como esposos?
- No es necesario ser casados para ir a comprar una simple blusa
- ¡Si! Solo la gente casada puede ir de compras en la mañana. Así que si quieres que vayamos a comprar es necesario hacerlo
- ¿Qué andas fumando Ringo? ¿A qué rayos te refie…?
- Ringo clavó su rodilla en el suelo y me miro a los ojos – Maureen Cox, desde hace tiempo tenía pensado todo esto pero tenía miedo a que dijeras que ‘no’… Quiero cuidarte y amarte para siempre. Y si quieres que te acompañe en busca de una blusa solo tendrás que decir ‘si’.
 Mo, ¿Quieres casarte conmigo?

Sentí como ambos costados de mi cara comenzaron a arderme y las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos por la emoción - ¿Sabes? Dudo encontrar a un hombre como tú Richard Starkey. ¡Sí, pero por supuesto que sí!


.              .              .

23 p.m.

- ¡Brian! ¿Cómo has hecho para organizar todo en tan solo un día? – Gritaba desde arriba de una mesa
- Lennon, ¡Por favor! Bájate de ahí o…
- ¿O si no qué, cerdo?
- Diré a Cyn que me ocupare de Julian por unos minutos y que venga a cuidar de ti
- ¡No te atreverías! ¿Y los demás invitados?
- Supongo que en un instante llegarán… Harrison, cuida de John. Son las 11 y ya está ebrio
- ¿Y dónde están los futuros esposos, George?
- No lo sé, baja de ahí y los buscamos.
- Tú sí que eres mi hermano, no como el retrasado de Brian que únicamente me amenaza…
- ¿Qué le pasa George? – Paul se acercó, curioso.
- ¿Qué es lo que le puede pasar a John en plena fiesta?
Rió - ¡Dios santo! Y eso que todavía no comienza
- ¡Paul mi amigo! – frunció los ojos como si mirara algo sospechoso - … Mi amigo soltero por una noche
- ¡Basta! Ya deja de bromear con eso
- ¿La extrañas?
- Paul, ¿Puedes quedarte con él? Iré a buscar a Pattie – McCartney asintió
- ¡No te preocupes flacucho! Nos cuidamos entre nosotros… y respóndeme

Narra Paul

- Cada vez que ella no está, es raro
- Todo lo contrario conmigo y Cyn. Cada vez que ella no está, soy feliz – comenzó a reír y a aplaudir como foca. Algo me decía que lo que John acababa de decir era verdad, ya saben, los borrachos siempre dicen la verdad. Concluí por ignorarlo. - ¿Quieres emborracharte? – me preguntó
- ¿Por qué no? – respondí



Y así fue como en menos de una hora bebimos una botella de whisky, ron importado, vodka puro, algunos tequilas y para finalizar la ronda un par de cervezas.

- ¡McCartney! Te dije que cuidarás de John, no que te pusieras a la par… o peor – Pattie me miraba con desagrado
- ¿Pattie porque me miras así? ¿Tengo monos en la cara? – John comenzó a reír a carcajadas. Pattie se tapó la nariz, frunció el ceño y se marchó. George la siguió
- Ven, vamos al patio trasero – A pasos poco coordinados y demasiado mareados llegamos hasta el lugar a donde quería venir John – ¡Mira lo que tengo! – dijo como un niño con juguete nuevo sacando de su bolsillo una sustancia dentro de una pequeña bolsa
- ¿Yerba? – pregunté y John asintió
- Fumemos un poco – dijo
- Está bien – respondí, estirando mi mano en espera del porro. En cuestión de minutos, mi mente volaba en vaya a saber Elvis que dimensión. Al despertar del viaje, John no estaba junto a mi lado y yo me encontraba desparramado en el pasto.

.              .              .

Narra John

Luego de drogarme bastante junto al cara de bebé, entré a la casa en busca de algo para calmar la sed, algo con alcohol ¡Por supuesto! Tome el primer vaso que vi y lo serví con la botella whisky que tenía cerca

- Johnny – voltee lentamente
- Hola, ¿Estás buscando a alguien?
- ¿Louise está?
- No. Lo siento – giré para encontrarme nuevamente con el vaso servido a medias
- ¿Y Paul? – preguntó con intriga
- Está destrozado. En el patio – señale la puerta hacia el patio

.              .              .

Narra Paul

Todavía estaba desparramado, era imposible levantarme. Mantenía los ojos cerrados y sonreía sin saber porque. De repente, siento sobre mí una respiración femenina, supe que era mujer por el perfume. Luego, muy provocativamente acariciaba mi cabello, comenzaba a besar mis oídos, mis ojos, mi cuello… Y sin ni siquiera pensarlo, la hice caer sobre mí para rematarla con un beso violento y furioso con gusto a porro y a demasiado alcohol. Luego ella desprendió mi pantalón para comenzar a realizar ciertas cosas por allí debajo.

- Te amo, novio
- ¿Pero qué?
Rió - ¿Lo has disfrutado McCartney?
Intente levantarme de golpe, pero fracasé – ¡Zorra! – La empujé brutalmente – Te has aprovechado de mí
- Es lo que vengo haciendo desde hace un año
- Pero, esto tiene sus limites
- Tú me besaste ¿no es así?
- Soy hombre. Estoy ebrio y drogado. Tú eres patética, ridícula, asquerosa y das pena. ¿Quién te dijo que estaba aquí? – nadie respondió - ¿Jane? – La zorra se había marchado. Volví a cerrar los ojos y me dormí profundamente, pensando en cómo explicarle a Louise lo sucedido…

.              .              .

- Sr. Epstein ¿Puede darme un objeto para escribir y papel?
- ¿Jane Asher? Señorita, usted no fue invitada
- ¿Puede darme lo que le pedí? O ya sabe las consecuencias…


///


¡Buongiorno principessas!

Wuju! Me animé al texto justificado… Odie la última parte del capítulo pero era algo que tenía que suceder…

Quiero aprovechar para escribir estos últimos días de vacaciones así que tal vez (solo tal vez) suba uno el día de mañana. No sé si lo han notado, pero estoy intentado escribir caps largos (realmente me cuesta muchísimo), los últimos tres capítulos han sido “medianamente” largos, a diferencia de como los escribia anteriormente.

El día de ayer estuve toda la tarde renegando con Movistar (empresa de telefonía argentina) porque me transmitían en vivo por internet el festival donde tocaba Ringo Starr a las 8.30 pm… Eran las 6 pm y no tenía audio la transmisión. ¡Casi me infarto! Por suerte, se arregló ese problema técnico y pude disfrutar de bandas como ‘Catupecu Machu’ y luego del fantástico de Ringo que cantó la gran mayoría de sus canciones en The Beatles a excepción de Octopus’s Garden. Lo demás fue ¡muy groovy!

Me alegra muchísimo de que Lucy lo haya podido disfrutar en vivo y en directo y ¡Éxitos! Mañana para Vicky que lo va a ver allá en Chile.


Las quiero a montonessssssssss, un beso enorme <3 <3 <3