jueves, 2 de abril de 2015

Capítulo 41

Inglaterra, Londres 13 de Diciembre de 1964

6 p.m.

Narra George

- ¿Qué haremos para Noche Buena? Si vamos al caso, solo quedan 11 días. ¿Qué cenaremos?
- ¿George puedes dejar de pensar en comida un segundo?
- Mmmm… No
- Será una Navidad muy diferente
- ¡Vamos Paul, ya supéralo!
- Yo opino que podríamos ir a cenar a algún lugar especial. Con una reservación previa, por supuesto – sonrió
- Concuerdo con Maureen – chilló Pattie, entusiasmada – A un lugar lujoso
- The Beatles no necesita reservaciones
- A mí no me importa. Solo me  basta con que vayamos a donde allá comida – vi como el resto reviró los ojos
- John ¿Y Cynthia?
- Cynthia pasará la navidad con nosotros
- No, imbécil. ¿Dónde está?
- Ah – asintió – Supongo que… - rascó su barbilla – Supongo que cambiando a Julian
- ¿Qué ocurre con Julian? – dijo Cynthia bajando las escaleras con el niño sonriente entre sus brazos



- ¡Papá!
- Ringo preguntó por ti – dijo John tomando al niño
- Cyn quería hablar contigo sobre… los detalles de la boda –susurró- en privado
Ella asintió con un guiño para que Mo no sospechara - ¡Cuidado con lo que haces con mi mujer enano! – Bromeó el miope – Ven pequeño, ¿Quieres ir al patio trasero?
- ¡Sí!

Solo quedamos en el salón Pattie y Mo que hablaban casi sin respirar; últimamente esas dos estaban más unidas que nunca, algo que no me molestaba en lo absoluto. Luego, se encontraba Paul y yo, claro.

- ¿Entusiasmado por filmar la película, Paul? – McCartney miraba un punto fijo, cargaba con esa actitud extraña que llevaba hace días. No hace falta explicar porque estaba así. Y a veces, sospechaba que se sentía solo así que hice esa estúpida pregunta quedando como un tonto
- Algo. Bastante. No lo sé – dijo con una media sonrisa en su rostro, o mejor dicho solo mostrando sus dientes de conejo sin expresión alguna – Si no te molesta, iré a fumar un poco en la calle
- Está bien.

Narra Paul

Sabía que le había contestado muy secamente al pobre de George. Es que presentía que algo andaba mal y no tenía tiempo para responder ese tipo de preguntas con una respuesta muy elaborada ni tampoco pensar en la cena de Navidad. Estaba nostálgico, además de extrañar a Louise que poco a poco la iba superando, anhelaba Liverpool como nunca y la noche anterior había soñado con mi madre. ‘Vaya vida’ pensé. En el momento en el que abrí la puerta que daba a la calle para prenderme un grato cigarrillo, la presencia menos deseada apareció frente a mi persona.
- ¡Hol…
- ¿Puedes marcharte?
- Pero si aún ni siquiera te saludo
La miré con mi peor mirada, aunque con lo triste que estaba solo pude mostrar una cara de perro mojado – Por favor, Jane, retírate.
- Pero, amor ¿Puedo ayudarte en algo?
- No. Y no soy tu amor. Mi amor se ha marchado ya hace unos días. Y gracias, ya has hecho demasiado
- ¿Cuándo dices amor te refieres a…?
- Si. Y no la insultes
- ¿Se marchó por mi culpa? – asentí de mala gana - ¿Creyó mi carta? – negué con el ceño fruncido
- ¿Por qué hiciste eso?
- Pues, por razones obvias… Nadie se tiene que interponer entre nosotros
- Jane, el ‘nosotros’ es una farsa
- ¿Crees que soy tonta? Sé que es una farsa. Una farsa que yo misma invente. Pero adivina… Me gusta fastidiar a la gente… Gente como la empleada ¿Cómo era su nombre? ¿Luisa?
- ¿Realmente era necesario? ¿Alguna vez hice algo que no te gustará?
Ella negó – Me encantas Paul. Y soy ese tipo de persona que haría cualquier cosa para que me prestes un mínimo de atención. Y sé lo que piensas. Jane está loca. ¿Y que si estoy loca? Tengo a una de las mejores bandas de moda comiendo de mi mano porque la tengo amenazada.
- Escucha, no tengo ánimos de pelear contigo. No tengo ánimos de respirar desde que lograste que Louise, que por cierto ese es su nombre, se alejara. Solo quiero saber una cosa… ¿Cuándo terminará todo esto? ¿¡Qué más quieres Jane!?
- Solo un poco más de fama y me marcharé a Hollywood dejándote en paz.
- Ahora sí – dije exhalando humo - ¿Te puedes retirar?
- No sin antes darte un beso en la mejilla – me besó – Te me cuidas bebé.


.              .              .

Estados Unidos, Arizona 13 de Diciembre de 1964

Narra Louise

Abrí lentamente mis ojos. Observe una habitación totalmente blanca con un ventanal a la izquierda por el cual se filtraban algunos rayos de un extraño sol de invierno. Miré mis rodillas con algunos moretones y raspones, al igual que mi codo derecho. Giré un poco la cabeza hacia la derecha para encontrarme con una mirada cálida que al parecer había estado esperando pacientemente que despertara.

- Disculpe. ¿Dónde rayos estoy?
- ¡Señorita Darlington, que alegría que despierte! ¿Cómo se siente?
- Confundida. ¿Qué me paso?
- Está en el hospital. Soy el Dr.Hatheway y usted colapsó en el Gran Cañón esta mañana.
- ¡¿Colapse?!
- No se altere. Solo sufrió de un leve desmayo
- Ah, sí. Ahora recuerdo. ¿Adam está aquí?
Asintió – El caballero la trajo hasta aquí y la hizo tratar de urgencia. Louise, ¿Puedo hacerle una pregunta?
- Claro
- ¿Ha estado experimentado últimamente síntomas anormales en su organismo?
- ¿A qué se refiere?
- Nauseas, mareos… desmayos.
Me quedé pensativa unos segundos – Vomite y me maree pero solo por el viaje en avión. Y por supuesto, el desmayo de esta mañana que fue por el calor.
- Bien. – Dijo mientras anotaba muy concentrado en una libreta lo que le acababa de decir, supongo – Antes de que usted despertara, las enfermeras hicieron una pequeña extracción de sangre para tratar de determinar la causa de su inesperado desmayo. Ya sabe, baja presión, niveles de azúcar bajos, entre otras cosas…
- ¿Y bien?
- Todo estaba bajo control, gracias a Dios. Pero – lo interrumpí
- ¿Pero?
- Gracias al análisis de su sangre pude descubrir otro tipo de causa en su organismo
- ¿Y cuál es?
- Señorita Darlington, me agrada informarle que usted… que usted tiene 3 semanas de gestación
- Disculpe. ¿¡Qué!?
- Que usted está embarazada. ¡Felicidades! – dijo el médico sonriendo
- Entendí cuando lo dijo la primera vez – dije con la cara totalmente deformada - Pero… ¿Cómo es posible?
- Por favor, dígame que no voy a tener que explicarle como se hacen los bebés
- No. Ahórrese eso doctor. – dije totalmente avergonzada evitando cualquier tipo de situación incómoda. Comencé a pensar que ocurrió hace 3 semanas exactas

Flashback

Inglaterra, Liverpool 28 de Noviembre de 1964

- Angie, todo estuvo riquísimo y por supuesto que la ceremonia fue preciosa. – dije mientras Paul me ayudaba a colocarme mi abrigo
- Gracias, Louise. Les agradezco que hayan venido.
- ¿Ya se van? Saben que aquí son bienvenidos. Es su casa. Sigue siendo la casa de Paul – dijo Jim mientras fumaba en su elegante pipa
- Lo sé papá. Resulta, que los padres de Lulu han salido de vacaciones por este fin de semana y nos pidieron el favor de cuidar de su casa. Así que no nos iremos tan lejos. Estaremos en la casa de al lado.
- Ah, está bien. En ese caso, vayan y no tomen frio. Nuevamente, gracias por venir

Nos despedimos de los pocos invitados que quedaban y nos dirigimos hacia mi casa que estaba totalmente oscura y en silencio.

- Que raro se ve todo, sin ningún ruido. Me acuerdo que aprovechaba la casa en silencio para leer…
- ¿’Orgullo y prejuicio’?
Reviré los ojos – Sí. Y ‘Sensatez y sentimientos’
- Pero… se me ha ocurrido la idea de aprovechar la casa sola para otro tipo de cosas. Piensa, alejados de The Beatles, de Londres y en nuestro querido Liverpool por un instante y solo para nosotros.
- ¿Te crees que ya no lo había pensado? – dije desatando lentamente su corbata
- Te amo Louise. – dijo mientras besaba muy seductoramente mi cuello, orejas y quijada
- Pero… no es correcto. Es la casa de mis padres, mi casa de la niñez. No es correcto
- ¿Te puedes olvidar de todo por un momento? Imagina que solo fuéramos los únicos dos en el planeta. Pon tu mente en blanco y déjate llevar… Ahora estás conmigo cariño, y nunca te voy a dejar – lo besé tan fogosamente que en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos desparramados en un rincón de la casa
- ¿Me amas?
- ¿Realmente tienes que hacer esa pregunta, linda?
- Respóndeme – dije risueña
- Es que ese tipo de preguntas no se hace. Creo que en momentos como este y en muchísimos más te he demostrado que te amo como si no hubiera un mañana. Mi vida no sería lo mismo sin ti a mi lado. Eres la persona más maravillosa y hermosa que he conocido. ¿Y tú, me amas?
- Eres el amor de mi vida, James. No me importa si nos encontramos tarde o temprano, lo importante es que nos encontramos y que estaremos juntos… ¡Para siempre! ¿Lo prometes?
- Jamás soltaré tu mano.

Fin flashback

- Pero claro… - susurré
- Creo que puedo suponer en lo que estaba pensando y realmente no quiero saber… Le repito lo mismo que recién ¡Felicidades! Puede retirarse del hospital si lo desea.

Tomé mis pertenencias y salí de allí para encontrarme en la sala de espera a un Adam con cara de asustado.

- ¿Nos vamos?
- ¡Que sea la primera y última vez que me das este tipo de sustos! ¿Qué te dijeron allá adentro? No me dejaron pasar porque no era tu pareja ni familiar directo.
- Me desmayé por el calor.
- ‘La pobre chica londinense no conoce el sol’ no me sorprendería.
- Cierra tu boca.
- Cuida tus modales o vivirás en la calle. Ya, sube al auto. -rió

Nos encaminamos rumbo a Nueva York en la lujosa combi Volkswagen de Adam. Un largo viaje de regreso nos esperaba. En el momento en el que mi trasero toco el tapizado del coche fue cuando mi cabeza comenzó a pensar sobre qué estaba haciendo con mi vida. Ahora no solo era mi vida sino también la que llevaba adentro. ¿Qué iba a hacer? Había decidido no hablarle sobre esto a Paul. Pues arruinaría su carrera por completo. Además, esto implicaba un regreso a Londres o que él viniera a por mí. ¡Oh, por Dios estoy embarazada! grité hacia mis adentros. Cuando el doctor lo dijo aún no caía en la realidad, pero ahora había caído como agua congelada sobre mi cuerpo. Necesitaba un abrazo urgente de Paul, sus besos suaves y un susurro de su parte diciéndome ‘Calma Lulu, todo va estar bien.’ Lo extrañaba y me sentía arrepentida de todos mis actos, en especial por haberme marchado…


- ¿Me estás escuchando o te sedaron en el hospital?
- Lo siento, Adam. ¿Decías?
- ¿Te molesta que ponga música? – preguntó por décima vez según él a lo cual yo negué. De repente comenzó a sonar ‘What you’re doing?’ Justo en la parte en que Paul canta:

‘Por favor, basta de mentiras. Me haces llorar, nena ¿Por qué es tan difícil preguntarte que me estás haciendo?’

Al estar muy susceptible y sensible, gracias a mis hormonas alteradas, comencé a llorar sin control. Adam lo notó y detuvo la camioneta en un lado de la carretera.

- No me desmayé por el calor… Yo, yo estoy embarazada, Adam. – dije ahogada entre lágrimas - ¡Y no sé qué voy a hacer!
- Espera ¿Qué? Yo no soy el padre ¿o sí?
- Pero por supuesto que no – dije riendo
- Tranquila – me abrazó – Ahora estás conmigo. Todo estará bien ¿De acuerdo?
- Gracias. Muchas gracias. Necesitaba un tibio abrazo – Mire sus ojos que estaban clavados en los míos y su tierna sonrisa que cada vez se acercaba más a mi rostro, pero yo lo detuve – Eres un gran amigo…

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York 14 de Diciembre de 1964

James Paul:
                               Antes que nada ¡Te extraño y te necesito más que nunca!

                               Lamento muchísimo que no podamos pasar Navidad juntos, como nuestras familias lo han hecho desde que tenemos uso de memoria. Lamento haberme marchado y dejarte solo, ¡Lo lamento! Ojala sepas perdonarme.

                               Yo estoy bien, trabajo como fotógrafa en muchas revistas americanas gracias a Adam ¿Lo recuerdas? Vivo en su apartamento hasta que consiga el mío. ¿Cómo están todos por allá? Cuéntame novedades.

                               Ya que sabes dónde me encuentro te pido que no vengas a buscarme, no me llames y no me pidas perdón. Ambos sabemos la razón de porque me marche y quizás en un futuro lejano, cuando la banda venga a América nos encontremos. Pero, por favor, no me pidas que regrese porque no lo haré.

                               Espero que sigamos en constante comunicación por medio de cartas.

Con amor, Louise

P.D Te amo

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York 14 de Diciembre de 1964

Mamá:

                ¡Serán abuelos! Por favor, que Paul no se entere. Y si lo que te estás preguntando es lo que yo creo, la respuesta es sí… Es hijo de Paul.


Con amor, Louise




///


¡Hola lindas! Acá les traigo un nuevo capítulo, empezando con todo la semana santa. Después de la triste noticia del día de ayer vine un poco inspirada. Tenia que hacer una entrada donde ella hiciera una aparición ya que hace mucho no decía o hacía algo en el capitulo. Ella fue una maravillosa persona, una amorosa madre y una fuerte y hermosa mujer. Siempre la recordaremos... Hasta siempre Cynthia Powell (1939-2015)

Las quiero mucho y como siempre ¡Gracias por leer! Y bienvenida María Luján esperare ansiosa tu comentario cuando te pongas al día, yo voy por el capitulo 20 en la tuya, y Michelle Harrison gracias por ese genial comentario.

Cuidense, un beso enorme y que les sea leve la escuela.