viernes, 11 de diciembre de 2015

Capítulo 44

Estados Unidos, Nueva York mediados de Julio de 1965

9 a.m.

Narra Louise



Estaba sentada frente a la ventana para observar cómo la gente iniciaba su día, su rutina. La casa estaba sigilosa; Adam dormía todavía. Era el tipo de silencio que te tranquiliza y no el silencio incomodo que experimentamos con Adam cada vez que nos miramos a los ojos luego de aquella declaración suya.

Las cosas se habían puesto extrañas después de tal confesión. Todavía pienso en los sucesos de esa noche. Se perdió un poco la confianza, pero aun así seguíamos estando el uno para el otro. Pero eso me pone tan mal. Tal vez él se confundió por el hecho de que pasábamos mucho tiempo a solas y teníamos bastantes cuestiones en común. Creía que Adam era consciente de que yo soy capaz de amar a una única persona y que además tengo un embarazo de 8 meses de la misma. Pues, creí mal y no lo culpo. Uno no elige de quien enamorarse ¿O si lo hace? De todas formas, admito que me gustó lo que me dijo. Pero yo pertenezco a alguien más…

- ¡Buenos días! ¿Pensando?
- Algo así – reí nerviosa
- ¿Ya desayunaste?
- Así es. Tomé un jugo de naranja…
- Está bien.
Suspiré – Adam… ya basta.
-  ¿A qué te refieres?
- A nosotros. Nos tratamos raro.
- Es por lo de aquella noche…
- Lo sé, ya paso más de un mes y no lo soporto.
- ¡No sabes cómo lo lamento!
- No tienes que lamentar. Pasamos mucho tiempo juntos; tanto a ti como a mí nos podría haber pasado.
- ¿Qué cosa?
- Confundirse. Pero creo que te pasaste cuando intentaste… ya sabes.
- ¿Intenté? Lo hice. Y no debía
- No debías, exacto. Y sabes porqué
- No, no sé ¿Por qué?
- Porque amo a Paul
- ¿Sí? ¿Y porque cuando te besé respondiste a mi beso?
- Adam… olvida eso. No tendría que haber pasado
- Lo sé pero… –lo interrumpí
- ¡Ya sé lo que hice! Estoy cansada de esto, además de que no estás ayudando ¡Estás complicando aún más todo! Yo no elegí que me dijeras cosas lindas justo en ese momento; te besé porque fue lo que me parecía correcto para no romperte el corazón. Nunca pensé que yo te gustaba. Estoy harta de Jane y aun te olvidas de lo más importante ¡Estoy embarazada! Deje todo atrás, deje mi casa, mi familia, absolutamente todo. Y aunque lo dudes, amo a Paul desde que tengo conciencia. Lamento si te duele escuchar eso, pero es la verdad.
- Tienes razón Louise, que idiota he sido. ¿Estoy a tiempo de arreglar algo?
- Solo necesito apoyo, me siento sola Adam. Tú eres lo único que tengo justo ahora y aquí y no soporto que nos tratemos así. Te necesito y no eres idiota por seguir a tu corazón… Además debo serte sincera –me ruboricé
- Dime
- Debo confesarte que me gustó lo tierno que fuiste conmigo diciendo que has pasado maravillosos días a mi lado. También, admito que cuando te conocí pensé ‘¡Guau, que bombón americano! ’
- Lo último es broma
- Te juro que es verdad; y por último, pero no menos importante, por lo que me has demostrado en estos meses de convivencia eres un muchacho espectacular Adam, y quizás si te hubiese conocido antes que a Paul… Tú serias el amor de mi vida.
- ¡Que lastima que no tuve esa suerte!
- De todas formas hubiese sido imposible, porque prácticamente nací y conocí a Paul
- ¡Cielos! Realmente lo amas
- Si, Adam y que bueno que lo entiendas. Gracias y perdón
- No, tú tienes que perdonarme Darlington. –nos abrazamos amistosamente
- Esta panza ya no me deja abrazarte –sonrío
- Ya falta poco… ¿Qué haremos cuando llegue The Beatles a Nueva York?
- ¿El doctor no te dio fecha para antes de la llegada?
- Si, pero podía atrasarse como también podía adelantarse.
- Tranquila, tú vas a ir a ese concierto. Yo cuidaré del pequeño o pequeña en tu ausencia
- ¿Lo harías por mí?
- Si, Louise. Relájate. No sé porque pero deseaba que tuviésemos esta charla para calmar y arreglar nuestra relación… Además me moría por ir al cine y no sabía con quién –rió
Lo miré sorprendida – Tu sí que eres idiota ¿¡Cómo no lo dijiste antes!?
- Como te lo explico… ¡No nos hablamos! Emmm ¿Vamos ahora?
- Por supuesto. ¿Alguna película en especial que tengas en mente? Yo tengo una, pero no sé si es de tu agrado
- Creo que pensamos en la misma, me intriga mucho ver a los cuatro de Liverpool en pantalla grande y a color
- Entonces, vamos a ver Help! –Aplaudí y me levante del asiento – Voy por mi abrigo, Blackley. – él me guiñó un ojo.

.              .              .

Inglaterra, Londres  1 de Agosto de 1965

Narra Ringo



- ¿Cómo es posible que a más de un mes del estreno sigan estas locas en la puerta de nuestra casa? Al principio me pareció groovy, pero a los dos días ya no aguantaba los gritos –tapé mis oídos
- Ya se irán
- No Paul, no se irán. Llevan más de un mes gritando aquí, mis oídos ya no lo soportan. Ya está decidido, Maureen nos vamos a Kenwood con Lennon.
- Deja de chillar, Mo duerme. Tú eres el único histérico enano
- No le digas enano, Georgie. Yo estoy de acuerdo con él. ¿Acaso no tienen otra cosa que hacer? Como por ejemplo, ir a la escuela, ayudar a sus padres o tal vez dormir
- Es verdad Pat, pero si salimos a decirles algo las cosas empeoraran. ¿Por qué Brian les dio licencia a los hombres de seguridad?
- Hola, hola. Esto de tener que entrar por la puerta trasera no me gusta para nada, pero aquí me tienen
- ¿John no hay lugar en Kenwood para todos nosotros?
- En Kenwood caben ustedes, George Martin, Brian y si quieren buscamos a Louise porque apuesto que también entra. Extraño a esa pequeña. Pero tranquilos, dejen de quejarse por los gritos de las fans que en dos semanas ¡Nos vamos a Nueva York! – empezó a saltar alrededor nuestro
- McCartney ¿No tienes noticias de Louise?
- Claro que tiene, no dejan de enviarse cartas.
- Si, aunque hace bastante que no nos enviamos una. Voy a escribirle
- Amor a distancia, como en las películas ¿No George? – Él asintió sin prestar mucha atención – Aumentan la pasión y se comienza a necesitar los besos y abrazos del otro, ¿Quieres que me vaya a Milán por un tiempo?
- Estas demente Pattie, tú te quedas conmigo. No lo soportaría – se besaron
- Por Dios George, consigan una habitación – John fingía ahorcadas, mientras que yo me tapaba la nariz
- No molesten
- De acuerdo. Yo iré a inspirar a Paul ¿Vienes Ringo?
- Luego te alcanzo, le daré un vistazo a Maureen porque todavía duerme.

.              .              .

Inglaterra, Londres 1 de Agosto de 1965


Querida Lulu:

A mi amada:

Lamento esa cursilería y los tachones de tinta. Es Lennon que me está dando letra porque dice que también te extraña, el original decía ‘Querida Lulu’.

¿Cómo está todo por Nueva York? Perdón por no escribirte, esperaba respuesta tuya y nunca la obtuve. Aquí nosotros estamos cansados de los gritos de las fans que se han instalado en la entrada de la casa desde el estreno de Help! pero luego recordamos que en dos semanas estaremos en América y nos tranquilizamos un poco. De todas formas, a veces pienso en mudarme.

Noticias de Jane no tengo y eso es una buena noticia, aunque seguramente cuando menos lo esperemos volverá, pero las cosas ya no son tan pesadas como antes.

Me muero por verte querida (y John también) y también los demás, pero especialmente soy yo el que necesita de tu aroma, tu voz y tu sonrisa.

Escribe. Por favor.

Te ama, Paul.

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York 2 de Agosto de 1965


James (¿y Winston?):

Me alegro de que escribas McCartney. No respondí a la carta anterior porque solo decía que le diera a Adam las gracias por cuidarme y por supuesto que se lo dije pero no vi razones para responder.

Por aquí todo marcha de maravilla y entiendo que las fanáticas estén enloquecidas por la película, porque realmente fue increíble y muy graciosa. Hace unos días fui a verla y los vi allí y ¡Dios mío, como los añoro! 

Estoy haciendo una cuenta regresiva mental para cuando vengan. Yo también muero por verte amor mío. ¿Cuándo sale un nuevo disco?


Te extraña y ama, Louise.


P.D ¿Debo comprar la entrada al Shea Stadium o ustedes me hacen pasar gratuitamente por ser su fotógrafa?

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York 5 de Agosto de 1965

1.30 a.m.

Narra Adam



- ¿Ya te respondió McCartney?
- ¿Has visto llegar una carta? –Negué- Entonces aún no. –dijo malhumorada
- Tranquila. Te pasa esto por dejar todo a último momento – me lanzó una mirada fulminante – pero confío en que te dejaran pasar
Suavizo su mirada hacia mí – Eso espero.
- ¿Tienes sueño?
- Dudo dormir esta noche
- Entonces te haré compañía – la observé sugestivamente
Ella reviró los ojos mientras estaba acostada en el sillón al mismo tiempo que acariciaba su enorme panza – No me haría para nada mal un abrazo y un poco de música
- ¿Qué quieres escuchar? –señaló el tocadiscos
- Nada en particular. Enciende la radio, a este horario siempre pasan clásicos.

Y así fue, en ese momento exacto sonaba ‘Can’t help falling in love’ de Elvis. Ella se reincorporo del sillón y comenzó a danzar una especie de vals individual con los ojos cerrados.
Yo la miraba encantado mientras escuchaba el tema que repetía sin parar ‘No puedo evitar enamorarme de ti’ luego decidí unírmele a su baile solitario tomándola por las caderas.

- ¿Me concede esta pieza señorita?
- Por supuesto, caballero – comenzamos a bailar un vals a las 2 de la mañana entre risas, entre cosquillas y pisotones. Hacia bastante no nos divertíamos de esta manera. Una vez finalizada esa canción se escuchó la voz del locutor que decía:

“A 18 días del concierto de The Beatles en The Shea Stadium, las entradas se encuentran totalmente agotadas. Así es damas y caballeros, agotadas. Ahora los dejo con uno de sus primeros temas, disfruten.”

- ¿En serio? ¿Agotadas? –susurró.

En cuestión de segundos comenzó a sonar ‘I saw her standing there’ y Louise comenzó a bailar con un movimiento gracioso de hombros luego la tome de las manos y empezamos a bailar rock and roll nuevamente entre risas y pisotones, pero esta vez algo ocurrió, sentí como si algo me mojara la pierna mientras bailábamos y una vez terminada la canción me aleje de ella para tocar mi pantalón húmedo y para luego mirar horrorizado el piso.

- Louise. No pierdas el control, no enloquezcas por favor, pero… 
- ¿Qué ocurre?
- ¿No lo notas? Has mojado el piso – la mire con mi mejor mirada para transmitirle tranquilidad. Pero no funciono
- ¿Qué mojé o qué? ¡Oh, Adam! –Chilló desesperada - ¡Dios mío, llévame al hospital!

Creo que me sentía más preocupado que ella. La subí como pude a la combi, la encendí y arranqué. Nunca antes había llegado tan pronto a un lugar. Hablé con los médicos y la atendieron de urgencia, la subieron a una camilla y ella no dejaba de apretar mi  mano.

- Adam, por más que quieras… No me sueltes la mano
- No lo haría, cálmate, respira profundo
- ¿Cómo quieres que me calme? – gimió entre lágrimas y dolor
- Lo siento
- Descuida, yo no debí gritarte así – me contestaba pero a la vez le costaba respirar
- ¿Usted es el novio?
- Su amigo – dije.
- Esta bien, lamento decirle que tendrá que esperar aquí
- ¡No, por favor! Deje que me acompañe unos segundos más
- De acuerdo
- No me dejes Adam
- No me iré, aquí estaré para ti – acaricié su mejilla.

Me dejaron acompañarla hasta la puerta de la sala y luego tuve que soltar su mano, susurré a su oído que todo iba a salir bien y que la estaría esperando. Me despedí de ella con un beso en la frente y tomé asiento en la sala de espera.

4.30 a.m.

Cerré mis ojos y me dormí. Aun no tenía señales de Louise, ningún médico o enfermera había salido para hacerme un resumen de lo que ocurría allí de adentro. Recién a las 5 de la mañana, el medico se asoma y enuncia:

- ¿Adam? ¿Adam Blackley? –asentí tragando saliva - ¡Felicidades por su amiga! ¡Es madre de una hermosa niña!
Quede atónito y muy emocionado luego de escuchar eso - ¿Puedo entrar? – sonreí con lágrimas en los ojos
- Adelante joven.

Y allí estaba, Louise con su cara un poco sudada pero que a su vez transmitía cierta tranquilidad. Eso hacía que se viera mucho más hermosa aún. Entre sus brazos sostenía a la niña que ahora descansaba, medía lo mismo que el antebrazo de su madre, era admirable escuchar sus tiernas, delicadas y calmas respiraciones.  

- Es preciosa
- Gracias, creo que se parece a mí – rió – Tal vez cuando crezca se le realcen los rasgos de su padre. Ahí será más preciosa aún
- Es una pena que él se esté perdiendo esto
- Lo sé. ¡Que idiota soy! Pero me tranquiliza que tú estés aquí. No sé cómo agradecerte por tanto Bruce
- No tienes nada que agradecer ¿Puedo? – hice la seña con los brazos
- Claro que puedes cargarla – tomé a la pequeña entre mis brazos
- Hola bebé. Soy tu tío Adam. Eres preciosa como mamá, pequeña Heather
- ¿Heather?
- ¿No era uno de los nombres que habías escrito en la lista?
- Si, pero lo había olvidado. ¡Me encanta! Déjala en aquella cuna, si quieres y luego, acércate que quiero darte un abrazo. – coloque a la niña en la cuna y me senté en la camilla junto a ella.
- Gracias Adam, lo repito, no sé cómo agradecerte amigo – me abrazo dulcemente
- Deja de darme las gracias, sabes que haría cualquier cosa por ti. - Me acerqué insinuantemente a su rostro
- ¿Sabes que lo que estás por hacer está mal? Y que dijimos que no lo volveríamos a hacer porque el único que se hace daño eres tú y yo no quiero hacerte d… - la interrumpí con un beso - ¡Adam! ¿Al menos me escuchaste?
- Lo siento, no me aguante. Te amo Lou
- Yo también, pero no de la misma manera. No me hagas hacerte daño porque realmente te quiero.

1.15 p.m.

Narra Louise

El mismo día me dieron de alta, y regresamos a casa. La cual debíamos arreglar porque teníamos una nueva integrante y creo que no se encontraba en muy buenas condiciones para recibirla adecuadamente. La bebé dormía demasiado y lloraba solo cuando tenía hambre, pero eso solo seria los primeros días. Yo aún estaba adolorida pero el hecho de verla me hacía sentir bien nuevamente. Llamé a mis padres para darles la noticia, mamá comenzó a llorar y a papá le encantó el nombre que le puse. Adam, comenzó a ordenar la casa mientras que yo alimentaba a Heather, giré la cabeza hacia donde se encuentra la correspondencia y para mi sorpresa habían llegado cartas nuevas, una de las cuales era del padre de mi hija.

.              .              .

Inglaterra, Londres 3 de Agosto de 1965

Querida Louise:

                               ¡Qué bueno que te haya gustado la película, linda! Aun no hay proyecto de disco nuevo, porque tenemos la agenda repleta de conciertos. Lo de las giras es nuevo. Pero antes de fin de año seguro publicamos uno.

                               No te hagas problema por las entradas, claro que pasas gratis. Además, si no me equivoco ya no deben quedar muchas a la venta pero tranquila, tú no pagas. Y no pagas por ser mi novia no por ser la fotógrafa del grupo.

                               Seguramente has escuchado que el concierto es el día 23, pero The Beatles toca suelo americano el 15 de Agosto. Y ni bien llegue necesito verte, así que dime un día, un lugar y nos encontramos. ¡No puedo creer que vaya a verte después de 9 meses!


Te ama y adora, un ansioso y enamorado
James P. McCartney

.              .              .

Estados Unidos, Nueva York 5 de Agosto de 1965

Querido Paul:

                Sin duda ni bien llegues nos vemos, si quieres lo hacemos el día siguiente a que aterricen, así descansas, en Central Park a las 3 p.m.

                A veces 9 meses suelen ser una eternidad, como ahora por ejemplo; Paul aunque cueste creerlo, tu y yo somos padres de una hermosa niña, su nombre es Heather, pesa 2,5 kilos, es hermosa,  tan pequeña y vulnerable, tiene el cabello dorado, como el mío y aún no está definido el color de sus ojos. Pero es tuya, es mía, es nuestra. He sido una estúpida al esconderte este regalo tan lindo. pero no hay porque preocuparse ya que por fin vamos a vernos de nuevo, lo único que quiero es abrazarte como antes, que me digas que todo va estar bien, y que todo vuelva a la normalidad.


Te ama con toda el alma,
Louise.

P.D Disculpa los tachones de esta idiota







///



¡Queridas! Estoy cumpliendo con lo prometido ¿Cómo están? Yo acá estoy volviendo a leer libros, volviendo a dibujar, volviendo a escribir, volviendo a ver mis series, en fin, volviendo a retomar todo. Espero que les guste este nuevo capítulo, tal vez no era lo que esperaban pero bueno jajaja es lo que hay. Les cuento que ya soy egresada, me metí dentro de un vestido y viví una de las mejores noches de lo que llevo de vida, mi cena de egresados. Y ahora estoy en espera de los resultados de los exámenes de ingreso, bastante intranquila, pero intento buscar actividades para despejarme y tranquilizarme un poco.

¿Armaron el arbolito de Navidad? Hablando de ese día, es decir, el 8 de Diciembre, se cumplieron 35 años del asesinato de John Lennon. Siempre me pregunto ¿Qué hubiese pasado si…? Pero simplemente pasó y todavía hay gente preguntándose ¿Por qué? (me incluyo)


Estoy segura de que si el estuviese vivo, muchas cosas serían distintas, tal vez estaría indignado con lo que pasó en Francia hace unas semanas o a lo mejor gracias a su música pacifica lo hubiese evitado. No lo sé. Lo que sí sé es que fue un hombre increíble y que gracias a él se formó la mejor banda de la historia, mientras escuchemos sus hermosas canciones, seguirá vigente y por lo tanto, seguirá “vivo”.


Saludos, espero sus comentarios. Las quiero a lot