Estados Unidos, Nueva York mediados de Julio
de 1965
9 a.m.
Narra Louise
Estaba sentada frente a la ventana para
observar cómo la gente iniciaba su día, su rutina. La casa estaba sigilosa;
Adam dormía todavía. Era el tipo de silencio que te tranquiliza y no el
silencio incomodo que experimentamos con Adam cada vez que nos miramos a los
ojos luego de aquella declaración suya.
Las cosas se habían puesto extrañas después
de tal confesión. Todavía pienso en los sucesos de esa noche. Se perdió un poco
la confianza, pero aun así seguíamos estando el uno para el otro. Pero eso me
pone tan mal. Tal vez él se confundió por el hecho de que pasábamos mucho
tiempo a solas y teníamos bastantes cuestiones en común. Creía que Adam era
consciente de que yo soy capaz de amar a una única persona y que además tengo
un embarazo de 8 meses de la misma. Pues, creí mal y no lo culpo. Uno no elige
de quien enamorarse ¿O si lo hace? De todas formas, admito que me gustó lo que
me dijo. Pero yo pertenezco a alguien más…
- ¡Buenos días! ¿Pensando?
- Algo así – reí nerviosa
- ¿Ya desayunaste?
- Así es. Tomé un jugo de naranja…
- Está bien.
Suspiré – Adam… ya basta.
- ¿A qué
te refieres?
- A nosotros. Nos tratamos raro.
- Es por lo de aquella noche…
- Lo sé, ya paso más de un mes y no lo
soporto.
- ¡No sabes cómo lo lamento!
- No tienes que lamentar. Pasamos mucho
tiempo juntos; tanto a ti como a mí nos podría haber pasado.
- ¿Qué cosa?
- Confundirse. Pero creo que te pasaste
cuando intentaste… ya sabes.
- ¿Intenté? Lo hice. Y no debía
- No debías, exacto. Y sabes porqué
- No, no sé ¿Por qué?
- Porque amo a Paul
- ¿Sí? ¿Y porque cuando te besé respondiste a
mi beso?
- Adam… olvida eso. No tendría que haber
pasado
- Lo sé pero… –lo interrumpí
- ¡Ya sé lo que hice! Estoy cansada de esto,
además de que no estás ayudando ¡Estás complicando aún más todo! Yo no elegí
que me dijeras cosas lindas justo en ese momento; te besé porque fue lo que me
parecía correcto para no romperte el corazón. Nunca pensé que yo te gustaba.
Estoy harta de Jane y aun te olvidas de lo más importante ¡Estoy embarazada!
Deje todo atrás, deje mi casa, mi familia, absolutamente todo. Y aunque lo
dudes, amo a Paul desde que tengo conciencia. Lamento si te duele escuchar eso,
pero es la verdad.
- Tienes razón Louise, que idiota he sido.
¿Estoy a tiempo de arreglar algo?
- Solo necesito apoyo, me siento sola Adam. Tú
eres lo único que tengo justo ahora y aquí y no soporto que nos tratemos así.
Te necesito y no eres idiota por seguir a tu corazón… Además debo serte sincera
–me ruboricé
- Dime
- Debo confesarte que me gustó lo tierno que
fuiste conmigo diciendo que has pasado maravillosos días a mi lado. También,
admito que cuando te conocí pensé ‘¡Guau, que bombón americano! ’
- Lo último es broma
- Te juro que es verdad; y por último, pero
no menos importante, por lo que me has demostrado en estos meses de convivencia
eres un muchacho espectacular Adam, y quizás si te hubiese conocido antes que a
Paul… Tú serias el amor de mi vida.
- ¡Que lastima que no tuve esa suerte!
- De todas formas hubiese sido imposible,
porque prácticamente nací y conocí a Paul
- ¡Cielos! Realmente lo amas
- Si, Adam y que bueno que lo entiendas.
Gracias y perdón
- No, tú tienes que perdonarme Darlington.
–nos abrazamos amistosamente
- Esta panza ya no me deja abrazarte –sonrío
- Ya falta poco… ¿Qué haremos cuando llegue
The Beatles a Nueva York?
- ¿El doctor no te dio fecha para antes de la
llegada?
- Si, pero podía atrasarse como también podía
adelantarse.
- Tranquila, tú vas a ir a ese concierto. Yo
cuidaré del pequeño o pequeña en tu ausencia
- ¿Lo harías por mí?
- Si, Louise. Relájate. No sé porque pero
deseaba que tuviésemos esta charla para calmar y arreglar nuestra relación… Además
me moría por ir al cine y no sabía con quién –rió
Lo miré sorprendida – Tu sí que eres idiota
¿¡Cómo no lo dijiste antes!?
- Como te lo explico… ¡No nos hablamos! Emmm
¿Vamos ahora?
- Por supuesto. ¿Alguna película en especial
que tengas en mente? Yo tengo una, pero no sé si es de tu agrado
- Creo que pensamos en la misma, me intriga
mucho ver a los cuatro de Liverpool en pantalla grande y a color
- Entonces, vamos a ver Help! –Aplaudí y me
levante del asiento – Voy por mi abrigo, Blackley. – él me guiñó un ojo.
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Inglaterra, Londres 1 de Agosto de 1965
- ¿Cómo es posible que a más de un mes del
estreno sigan estas locas en la puerta de nuestra casa? Al principio me pareció
groovy, pero a los dos días ya no aguantaba los gritos –tapé mis oídos
- Ya se irán
- No Paul, no se irán. Llevan más de un mes
gritando aquí, mis oídos ya no lo soportan. Ya está decidido, Maureen nos vamos
a Kenwood con Lennon.
- Deja de chillar, Mo duerme. Tú eres el
único histérico enano
- No le digas enano, Georgie. Yo estoy de
acuerdo con él. ¿Acaso no tienen otra cosa que hacer? Como por ejemplo, ir a la
escuela, ayudar a sus padres o tal vez dormir
- Es verdad Pat, pero si salimos a decirles
algo las cosas empeoraran. ¿Por qué Brian les dio licencia a los hombres de
seguridad?
- Hola, hola. Esto de tener que entrar por la
puerta trasera no me gusta para nada, pero aquí me tienen
- ¿John no hay lugar en Kenwood para todos
nosotros?
- En Kenwood caben ustedes, George Martin,
Brian y si quieren buscamos a Louise porque apuesto que también entra. Extraño
a esa pequeña. Pero tranquilos, dejen de quejarse por los gritos de las fans
que en dos semanas ¡Nos vamos a Nueva York! – empezó a saltar alrededor nuestro
- McCartney ¿No tienes noticias de Louise?
- Claro que tiene, no dejan de enviarse
cartas.
- Si, aunque hace bastante que no nos
enviamos una. Voy a escribirle
- Amor a distancia, como en las películas ¿No
George? – Él asintió sin prestar mucha atención – Aumentan la pasión y se
comienza a necesitar los besos y abrazos del otro, ¿Quieres que me vaya a Milán
por un tiempo?
- Estas demente Pattie, tú te quedas conmigo.
No lo soportaría – se besaron
- Por Dios George, consigan una habitación –
John fingía ahorcadas, mientras que yo me tapaba la nariz
- No molesten
- De acuerdo. Yo iré a inspirar a Paul
¿Vienes Ringo?
- Luego te alcanzo, le daré un vistazo a
Maureen porque todavía duerme.
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Inglaterra,
Londres 1 de Agosto de 1965
A mi amada:
Lamento esa cursilería y los tachones de tinta. Es Lennon que me está
dando letra porque dice que también te extraña, el original decía ‘Querida
Lulu’.
¿Cómo está todo por Nueva York? Perdón por no escribirte, esperaba
respuesta tuya y nunca la obtuve. Aquí nosotros estamos cansados de los gritos
de las fans que se han instalado en la entrada de la casa desde el estreno de
Help! pero luego recordamos que en dos semanas estaremos en América y nos
tranquilizamos un poco. De todas formas, a veces pienso en mudarme.
Noticias de Jane no tengo y eso es una buena noticia, aunque
seguramente cuando menos lo esperemos volverá, pero las cosas ya no son tan
pesadas como antes.
Me muero por verte querida (y John también) y también los demás, pero
especialmente soy yo el que necesita de tu aroma, tu voz y tu sonrisa.
Escribe. Por favor.
Te ama, Paul.
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Estados Unidos,
Nueva York 2 de Agosto de 1965
James (¿y Winston?):
Me alegro de que escribas McCartney. No respondí a la carta anterior porque
solo decía que le diera a Adam las gracias por cuidarme y por supuesto que se
lo dije pero no vi razones para responder.
Por aquí todo marcha de maravilla y entiendo que las fanáticas estén
enloquecidas por la película, porque realmente fue increíble y muy graciosa.
Hace unos días fui a verla y los vi allí y ¡Dios mío, como los añoro!
Estoy haciendo una cuenta regresiva mental para cuando vengan. Yo también
muero por verte amor mío. ¿Cuándo sale un nuevo disco?
Te extraña y ama,
Louise.
P.D ¿Debo comprar
la entrada al Shea Stadium o ustedes me hacen pasar gratuitamente por ser su fotógrafa?
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Estados Unidos, Nueva York 5 de Agosto de
1965
1.30 a.m.
- ¿Ya te respondió McCartney?
- ¿Has visto llegar una carta? –Negué-
Entonces aún no. –dijo malhumorada
- Tranquila. Te pasa esto por dejar todo a último
momento – me lanzó una mirada fulminante – pero confío en que te dejaran pasar
Suavizo su mirada hacia mí – Eso espero.
- ¿Tienes sueño?
- Dudo dormir esta noche
- Entonces te haré compañía – la observé
sugestivamente
Ella reviró los ojos mientras estaba acostada
en el sillón al mismo tiempo que acariciaba su enorme panza – No me haría para
nada mal un abrazo y un poco de música
- ¿Qué quieres escuchar? –señaló el tocadiscos
- Nada en particular. Enciende la radio, a
este horario siempre pasan clásicos.
Y así fue, en ese momento exacto sonaba ‘Can’t help falling in love’ de Elvis.
Ella se reincorporo del sillón y comenzó a danzar una especie de vals
individual con los ojos cerrados.
Yo la miraba encantado mientras escuchaba el
tema que repetía sin parar ‘No puedo
evitar enamorarme de ti’ luego decidí unírmele a su baile solitario
tomándola por las caderas.
- ¿Me concede esta pieza señorita?
- Por supuesto, caballero – comenzamos a
bailar un vals a las 2 de la mañana entre risas, entre cosquillas y pisotones.
Hacia bastante no nos divertíamos de esta manera. Una vez finalizada esa
canción se escuchó la voz del locutor que decía:
“A 18 días del
concierto de The Beatles en The Shea Stadium, las entradas se encuentran
totalmente agotadas. Así es damas y caballeros, agotadas. Ahora los dejo con
uno de sus primeros temas, disfruten.”
- ¿En serio? ¿Agotadas? –susurró.
En cuestión
de segundos comenzó a sonar ‘I saw her
standing there’ y Louise comenzó a bailar con un movimiento gracioso de
hombros luego la tome de las manos y empezamos a bailar rock and roll
nuevamente entre risas y pisotones, pero esta vez algo ocurrió, sentí como si
algo me mojara la pierna mientras bailábamos y una vez terminada la canción me
aleje de ella para tocar mi pantalón húmedo y para luego mirar horrorizado el
piso.
- Louise. No pierdas el control, no
enloquezcas por favor, pero…
- ¿Qué ocurre?
- ¿No lo notas? Has mojado el piso – la mire
con mi mejor mirada para transmitirle tranquilidad. Pero no funciono
- ¿Qué mojé o qué? ¡Oh, Adam! –Chilló
desesperada - ¡Dios mío, llévame al hospital!
Creo que me sentía más preocupado que ella.
La subí como pude a la combi, la encendí y arranqué. Nunca antes había llegado
tan pronto a un lugar. Hablé con los médicos y la atendieron de urgencia, la
subieron a una camilla y ella no dejaba de apretar mi mano.
- Adam, por más que quieras… No me sueltes la
mano
- No lo haría, cálmate, respira profundo
- ¿Cómo quieres que me calme? – gimió entre
lágrimas y dolor
- Lo siento
- Descuida, yo no debí gritarte así – me
contestaba pero a la vez le costaba respirar
- ¿Usted es el novio?
- Su amigo – dije.
- Esta bien, lamento decirle que tendrá que
esperar aquí
- ¡No, por favor! Deje que me acompañe unos
segundos más
- De acuerdo
- No me dejes Adam
- No me iré, aquí estaré para ti – acaricié
su mejilla.
Me dejaron acompañarla hasta la puerta de la
sala y luego tuve que soltar su mano, susurré a su oído que todo iba a salir
bien y que la estaría esperando. Me despedí de ella con un beso en la frente y
tomé asiento en la sala de espera.
4.30 a.m.
Cerré mis ojos y me dormí. Aun no tenía
señales de Louise, ningún médico o enfermera había salido para hacerme un
resumen de lo que ocurría allí de adentro. Recién a las 5 de la mañana, el
medico se asoma y enuncia:
- ¿Adam? ¿Adam Blackley? –asentí tragando
saliva - ¡Felicidades por su amiga! ¡Es madre de una hermosa niña!
Quede atónito y muy emocionado luego de
escuchar eso - ¿Puedo entrar? – sonreí con lágrimas en los ojos
- Adelante joven.
Y allí estaba, Louise con su cara un poco
sudada pero que a su vez transmitía cierta tranquilidad. Eso hacía que se viera
mucho más hermosa aún. Entre sus brazos sostenía a la niña que ahora
descansaba, medía lo mismo que el antebrazo de su madre, era admirable escuchar
sus tiernas, delicadas y calmas respiraciones.
- Es preciosa
- Gracias, creo que se parece a mí – rió –
Tal vez cuando crezca se le realcen los rasgos de su padre. Ahí será más
preciosa aún
- Es una pena que él se esté perdiendo esto
- Lo sé. ¡Que idiota soy! Pero me tranquiliza
que tú estés aquí. No sé cómo agradecerte por tanto Bruce
- No tienes nada que agradecer ¿Puedo? – hice
la seña con los brazos
- Claro que puedes cargarla – tomé a la
pequeña entre mis brazos
- Hola bebé. Soy tu tío Adam. Eres preciosa
como mamá, pequeña Heather
- ¿Heather?
- ¿No era uno de los nombres que habías
escrito en la lista?
- Si, pero lo había olvidado. ¡Me encanta! Déjala
en aquella cuna, si quieres y luego, acércate que quiero darte un abrazo. –
coloque a la niña en la cuna y me senté en la camilla junto a ella.
- Gracias Adam, lo repito, no sé cómo
agradecerte amigo – me abrazo dulcemente
- Deja de darme las gracias, sabes que haría
cualquier cosa por ti. - Me acerqué insinuantemente a su rostro
- ¿Sabes que lo que estás por hacer está mal?
Y que dijimos que no lo volveríamos a hacer porque el único que se hace daño
eres tú y yo no quiero hacerte d… - la interrumpí con un beso - ¡Adam! ¿Al
menos me escuchaste?
- Lo siento, no me aguante. Te amo Lou
- Yo también, pero no de la misma manera. No
me hagas hacerte daño porque realmente te quiero.
1.15 p.m.
Narra Louise
El mismo día me dieron de alta, y regresamos
a casa. La cual debíamos arreglar porque teníamos una nueva integrante y creo
que no se encontraba en muy buenas condiciones para recibirla adecuadamente. La
bebé dormía demasiado y lloraba solo cuando tenía hambre, pero eso solo seria
los primeros días. Yo aún estaba adolorida pero el hecho de verla me hacía
sentir bien nuevamente. Llamé a mis padres para darles la noticia, mamá comenzó
a llorar y a papá le encantó el nombre que le puse. Adam, comenzó a ordenar la
casa mientras que yo alimentaba a Heather, giré la cabeza hacia donde se
encuentra la correspondencia y para mi sorpresa habían llegado cartas nuevas,
una de las cuales era del padre de mi hija.
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Inglaterra,
Londres 3 de Agosto de 1965
Querida Louise:
¡Qué bueno que te
haya gustado la película, linda! Aun no hay proyecto de disco nuevo, porque
tenemos la agenda repleta de conciertos. Lo de las giras es nuevo. Pero antes
de fin de año seguro publicamos uno.
No te hagas
problema por las entradas, claro que pasas gratis. Además, si no me equivoco ya
no deben quedar muchas a la venta pero tranquila, tú no pagas. Y no pagas por
ser mi novia no por ser la fotógrafa del grupo.
Seguramente has
escuchado que el concierto es el día 23, pero The Beatles toca suelo americano
el 15 de Agosto. Y ni bien llegue necesito verte, así que dime un día, un lugar
y nos encontramos. ¡No puedo creer que vaya a verte después de 9 meses!
Te ama y adora, un
ansioso y enamorado
James P. McCartney
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Estados Unidos,
Nueva York 5 de Agosto de 1965
Querido Paul:
Sin duda ni bien llegues nos
vemos, si quieres lo hacemos el día siguiente a que aterricen, así descansas, en
Central Park a las 3 p.m.
A veces 9 meses suelen ser una
eternidad, como ahora por ejemplo; Paul aunque cueste creerlo, tu y yo somos
padres de una hermosa niña, su nombre es Heather, pesa 2,5 kilos, es hermosa, tan pequeña y vulnerable, tiene el cabello
dorado, como el mío y aún no está definido el color de sus ojos. Pero es tuya,
es mía, es nuestra. He sido una estúpida al esconderte este regalo tan lindo.
pero no hay porque preocuparse ya que por fin vamos a vernos de nuevo, lo único
que quiero es abrazarte como antes, que me digas que todo va estar bien, y que
todo vuelva a la normalidad.
Te ama con toda el alma,
Louise.
Louise.
P.D Disculpa los
tachones de esta idiota
///
¡Queridas! Estoy
cumpliendo con lo prometido ¿Cómo están? Yo acá estoy volviendo a leer libros,
volviendo a dibujar, volviendo a escribir, volviendo a ver mis series, en fin,
volviendo a retomar todo. Espero que les guste este nuevo capítulo, tal vez no
era lo que esperaban pero bueno jajaja es lo que hay. Les cuento que ya soy
egresada, me metí dentro de un vestido y viví una de las mejores noches de lo
que llevo de vida, mi cena de egresados. Y ahora estoy en espera de los
resultados de los exámenes de ingreso, bastante intranquila, pero intento
buscar actividades para despejarme y tranquilizarme un poco.
¿Armaron el
arbolito de Navidad? Hablando de ese día, es decir, el 8 de Diciembre, se
cumplieron 35 años del asesinato de John Lennon. Siempre me pregunto ¿Qué hubiese
pasado si…? Pero simplemente pasó y todavía hay gente preguntándose ¿Por qué? (me
incluyo)
Estoy segura de
que si el estuviese vivo, muchas cosas serían distintas, tal vez estaría indignado
con lo que pasó en Francia hace unas semanas o a lo mejor gracias a su música pacifica
lo hubiese evitado. No lo sé. Lo que sí sé es que fue un hombre increíble y que
gracias a él se formó la mejor banda de la historia, mientras escuchemos sus
hermosas canciones, seguirá vigente y por lo tanto, seguirá “vivo”.
Saludos, espero
sus comentarios. Las quiero a lot